martes, 31 de julio de 2007

Peritaje

La doctora C.C., si bien fue un tanto desacreditada por la parte querellante, algunas cuestiones se pueden rescatar de su peritaje y de la exhibición de la prueba documental incorporada, como se señalará a continuación. La razón de por qué se puso en duda su credibilidad obedece a que dicho interviniente solicitó prueba sobre prueba, exhibiéndosele a la médico en audiencia un libro en el que ella colaboró, en dónde decía que la única causa posible de lesiones en los antebrazos es por defensa, y en el peritaje hecho por ella en relación a A.I., puso respecto a las lesiones que éste presentaba en dicha parte del cuerpo, tres causas totalmente distintas a las que ella expresa en el libro, por lo que el Tribunal entendió que no tiene la objetividad necesaria y no podríamos tener por acreditado que la lesión en la zona abdominal izquierda de borde romo se deba a calzado y no a un bate. Misma situación se dejó entrever cuando le fue exhibido el tac de la parrilla costal derecha, en donde dos peritos anteriormente han indicado las fracturas o rasgos de fracturas -y a simple vista sin ser médico se puede apreciar que ciertos huesos no presentan una continuidad- y ella señaló que no veía absolutamente nada. A mayor abundamiento, señaló que la fractura del cráneo comenzó en la parte superior a éste y se extendió hacia los lados como efecto dominó, cuestión que está en manifiesta contrariedad con los restantes peritos. Aún así, coincidió en que A. no presentaba golpes en la cara, que por las fotos vistas la lesión de la cabeza se explica por un bate de béisbol, que tiene una pequeña lesión en la ceja derecha, que presentaba traqueotomía y transplante de órganos, espalda sin contusiones o equimosis al igual que en las piernas, una equimosis en la zona abdominal izquierda y una más al costado....

martes, 24 de julio de 2007

GH

Pretender basar las decisiones en meras intuiciones, experiencias personales o en un conocimiento particular y privado de la realidad, hoy no parece posible, desde el momento en que la mayoría de esas mismas decisiones –se quiera o no- está siendo crecientemente objeto de escrutinio público y de que la única forma de poder salvar ese juicio es dando razones que puedan ser entendidas y compartidas por el resto de la comunidad.

sábado, 7 de julio de 2007

Cajas de (in)seguridad

“Todo iba a ser normal; mi hermano me prestó la plata. Si compraba la casa después de sacar una hipoteca, a fin de año esto hubiese sido algo tranquilo”, agregó, afectada por el terremoto político que la rodea.

–¿Qué día llevó el dinero al Ministerio de Economía?

–Fue el 4 de junio: lo tengo totalmente grabado. Lo traje yo.

–¿Por qué dejó la plata en el placard del baño?

–En mi casa la tengo guardada en un placard también; lo hice toda la vida. No soy una persona que tenga caja de seguridad.

–¿Por qué no la guardó en un banco?

–Porque fue algo de corto tiempo. Pensaba justamente llevarla al banco, pero el 5, cuando pasa eso, pensé que era mejor llevármela. Hoy sí pienso en todo eso, pero en ese momento le quité toda trascendencia. Cambié [de opinión] cuando se pensó [a raíz del episodio] que cualquier banda de delincuentes estaba en el Ministerio de Economía. Si no lo hubiera puesto bajo llave.

-En este país hubo valijas para funcionarios en el pasado y, por lo tanto, se sospecha que puede haber sido una coima...

-Sí, pero esto lo traje yo. El lunes 4 lo traje para llevarlo al Banco Nación donde tengo una cuenta para depositar la plata en efectivo y, con el resto, abrir una caja de seguridad para tenerlo con rápida disponibilidad. Esa era mi idea, pero no lo pude hacer porque tuve un día agitado. Después pensé: ¿lo llevo de vuelta? Pero para no estar con la plata encima, lo dejé. Cuando llego al día siguiente, mi secretaria María Teresa me dijo lo que pasó y yo le volví a restar importancia.

-¿Cómo califica su conducta: ingenuidad, torpeza o negligencia?

-Creo que fue un error y que también fue un error no haber hecho un comunicado ese día para anunciarlo. Hoy lo pienso, en ese momento no.

-¿No es negligencia?

-¿Qué sería negligencia? Muchas veces me olvido cosas. Lo que sí sé es que no es un delito ni nada de lo que tenga que avergonzarme.

-¿Todo ese dinero lo había pedido prestado o una parte era de su propio patrimonio?

-No, era el dinero que había pedido a mi hermano y un poquito mío.

-¿Lo pidió este año o en 2006?

-No, unos días antes.

-¿A un hermano suyo?

-A mi hermano Horacio, con el que estoy todos los fines de semana, que voy a comer asado.

-Entonces los fondos no están en su declaración jurada de 2006.

-No. Mi saldo al 31 de diciembre de 2005 en la caja de ahorro era de unos 76.000 pesos; al 31 de diciembre del 2006, 105.000 pesos. Esto fue presentado ante la AFIP y ahora estamos elaborando la declaración ante los organismos de control, porque para eso hay tiempo hasta el 31 de julio; el tema es que esa declaración incluye los datos hasta el 31 de diciembre de 2006 y yo le estoy pidiendo a mi contadora que, aunque no corresponda, incluya estos fondos de ahora. Porque si no, lo voy a poder explicar recién a mediados de 2008.

-El ministro Aníbal Fernández dijo que la policía le había avisado en el momento de la requisa. ¿El se lo dijo a usted en ese instante?

-No. Y mi secretaria no me llamó, pese a que me llaman todo el día por cualquier pavada.

-¿Por qué no lo guardó en la caja fuerte de su secretaría privada?

-Ahí entra un montón de gente.

-¿Y usted no tiene una en su propio despacho?

-No, sacaron dos hace más de un año, incluso sin mi conocimiento.

-¿No sabía que realizaban ese procedimiento diario de seguridad para detectar explosivos?

-Sí, pero no me imaginé que iban a abrir el placard del baño.

-¿Cuál fue su diálogo el Presidente sobre este tema, ya que se dijo que él estaba enojado y que su continuidad depende de la evolución de la causa judicial?

-Siempre sentí mucho apoyo, cariño y ayer [por anteayer] pude arreglar con el Presidente y con el jefe de Gabinete que podía hablar y explicar, porque me salía de la vaina por hacerlo.

-¿No hubo ningún reproche?

-No, al contrario, hubo llamados de afecto y solidaridad, inclusive de mucha gente común.

-¿Existe un boleto de compra?

-No, yo estaba buscando el dinero para la compra de una propiedad, pero no había encontrado ninguna.

- ¿Existe algún comprobante del préstamo de su hermano?

-No. Lo podría haber hecho...

-Porque van a querer saber si su hermano tiene ese patrimonio.

-El tiene perfil bajo, es contador público, tiene una empresa, un laboratorio de especialidades medicinales, y se va a perjudicar porque deberá contar todo con lujo de detalles.

-La otra hipótesis es que alguien le llevó una valija...

-En eso no hay problema porque las audiencias que tuve son públicas y están en manos del fiscal.

-¿Corre riesgo en el cargo?

-Hasta hoy no, pero los funcionarios dependen de quien toma las decisiones y yo me siento muy gratificada por el apoyo del Presidente.

-¿El Gobierno puede actuar igual que con los funcionarios citados por un juez por el caso Skanska, desplazándola si la indagan?

-Soy grande y me tengo que hacer cargo de lo que ocurrió. Si esto tiene esas consecuencias, voy a estar completamente dispuesta a que sea así. Lo que tengo es una tranquilidad absoluta y no me enojaría con el Gobierno en un momento en el que se juegan tantas cosas importantes para el país.

-¿O sea, que podría presentar la renuncia en ese caso?

-Esas cosas no dependen de mí.

-¿Pero pensó en renunciar?

-Pensé en tantas cosas... pero hoy no soy yo, sino ministra de economía de un gobierno que me tiene que decir, sobre todo mis autoridades, los pasos que tengo que dar. Desde lo íntimo no entiendo tanto ensañamiento, porque hubo ministros que firmaron cosas que le costaron al país cientos de millones de dólares y no sufrieron esto. O tenían consultoras y estudios...

M.K
La Nación Diario